Ustica hoy
Hace años que el gran interés natural de esta isla fue reconocido y salvaguardado con dos áreas protegidas: el Área Marina Protegida, declarada en 1986, y el Área Protegida Terrestre, declarada en 1997, que regulan las actividades atendidas en la isla, por encima y por debajo del mar. El objetivo es alcanzar un turismo el más ecológico posible apuntado a dar a conocer, respectar y guardar la belleza de este “pequeño escollo”. Aunque las inmersiones y el mar son la mayor atracción, la pequeña Ustica ofrece otras actividades alternativas e interesantes. Se pueden hacer bonitos paseos en bicicleta a lo largo de la carretera que va alrededor de la isla, hay muchas rutas de senderismo a lo largo de la costa (ruta de mediodía) o en la parte interior de la isla (paseo por el bosquecillo) que se pueden hacer para explorar su naturaleza.
Una vez el paisaje estaba dominado de maquia, uno de lo de los principales ecosistemas mediterráneos, con lentisco Pistacia lentiscus y olivera Olea europaea, de la que sigue siendo el único testigo del nombre "Oliastrello". Después de la rápida y total destrucción de la maquia con fines comerciales, casi toda la isla se ha puesto en la cultura: el uso intenso de la tierra ha dado lugar a una drástica transformación del paisaje de la isla. La maquia es poco frecuente, mientras que la isla se caracteriza por pastos/praderas perennes dominados por una hierba gramínea perenne, el cerrillo Hyparrhenia hirta.
Las colinas de la isla están cubiertas de pinares artificiales de pino de Alepo Pinus halepensis; también se puede observar la típica flora mediterránea: setos de chumbera, Artemisia arborea, Allium ampeloprasum, Quercus ilex, Calicofone spinosa, Capparis spinosa; endémica de la isla es Limonium bocconei, que junto a Crithmo-Limonietea y otras plantas de la maquia: Lentisco, Calicotome spinosa, Alaterno y Euphorbia, han contribuido a la creación de la Área Protegida Terrestre.
Para los perezosos, recomendamos alquilar una scooter o hacer un recorrido en barco para explorar las pequeñas ensenadas escondidas! Destinos que no debe perderse es la cueva secreta... no es fácil de encontrar, pero realmente es un lugar fascinante y emocionante que no se puede perder. Déjese llevar por los olores y el murmullo del mar, tome un baño en una de las ensenadas de agua clara irresistible, disfrute de una deslumbrante puesta de sol desde uno de los puntos más altos de la isla. Para los observadores de aves, es posible disfrutar de diversas especies tanto residentes (jilguero, verderón europeo, gorrión, halcón peregrino, cernícalo, pardela mediterránea) como migratorias (garceta común, garza gris, cigüeña blanca y negra, grúidos, etc.) que realizan su migración habitual y que parecen tener una cita en este oasis.
Y por la noche? Tiene que probar la exquisita cocina de Ustica, platos sencillos creados especialmente para que pueda disfrutar del producto típico de la isla, la lenteja, tanto como plato único o en combinación con los camarones típicos de estas aguas, Parapandalo, y además pescado fresco preparado en varias formas sencillas .. No te pierdas la magnífica exhibición de fuegos artificiales del 24 de agosto, el día en que se celebra el Patrón San Bartolomeo, honrado con una procesión por las calles de la ciudad en la tarde de ese mismo día. El 19 de septiembre, sin embargo, se organiza una fiesta en honor de Santo Bartolicchio; el último domingo de mayo se celebra la Madonna de los Pescadores: la procesión inicia a través de las calles del país hasta llegar al puerto; aquí la estatua se coloca en el barco de los pescadores, y la procesión continúa en el mar alrededor de la isla. QUÉ VISITAR: Para los amantes de la arqueología no puede faltar el museo arqueológico de Santa María Torre que alberga los restos de la Edad del Bronce, y el pueblo prehistórico en Tramontana: muy impresionante es sin duda la fortaleza de Falconiera que domina la isla y la iglesia de Punta Madonna.