Amarramos la embarcación en esta maravillosa bahía y empezamos a bucear siguiendo una pared empinada que alcanza los 50 m de profundidad donde encontramos rocas cubiertas de gorgonias que hospedan a Astropartus mediterraneus, Peltaster placenta, meros y morenas.
Ascendiendo es fácil encontrar bancos de sargos y salpas. Hay una parada obligada en un cortado que alberga rocas llenas de Astroides y esponjas que regalan a la vista imágenes inolvidables de luz y color.