El nombre de este sitio explica todo! La cueva, con una entrada muy amplia a una profundidad de 18 metros, tiene un fondo de arena en la prima parte. Entrando en la prima estancia notaremos el enralecerse?? cada forma de vida: aquí podemos subir a superficie y quitarnos la máscara y el regulador y disfrutar de los reflejos de luz que llegan desde el entrada.
Nos dirigiremos hacia la segunda, más interna y oscura estancia, dónde apagando los focos, será maravilloso permanecer en silencio y escuchar las gotitas de las raíces de higo chumbo que han hecho su camino en el suelo hasta aquí! En esta estancia el agua es salobre y podremos notar una playa formada por fragmentos de cauries y otros organismos.
Por último, embocaremos un sifón que nos llevará a la salida.
Inmersión sin duda impresionante, pero que requiere un buen control de la flotabilidad.