Situado a unos 500 metros de la costa norte de la isla, nos encontramos otro de los sitios más espectaculares de Ustica y el Mediterráneo: un banco a unos 3 metros con los restos de uno de los conos volcánicos que formaron la isla de Ustica.
Su ubicación y su conformación le rinden un hábitat natural por una muchedumbre de organismos diferentes.
Éste sitio incluye rutas según el nivel y los tíulos que poseas: para lo más expertos hay una espléndida pared que va desde unos 12 metros en la vertical y que baja hasta los 42 metros! La pared está completamente cubierta de esponjas, Astroides y Parazoathus, y no faltan los nudibranquios escondidos aquíy allá.
En las diferentes grietas no será dificil divisar lochas de roca, meros, morenas, congrios y cigarras. Llegados al final de la pared encontraremos maravillosas esponjas donde se pueden fotografiar quisquillas o Anthias!
Aquí encontraremos escollos cubiertos de gorgonias y podremos admirar algunas ramas de falso coral negro: Gerardia savaglia!
Otra ruta nos lleva hasta una profundidad accesible también para los menos expertos a la que a los 20 metros podremos encontrar nubes de chopas, sargos, salpas, los indefectibles meros que aquí parecen haber encontrado su sitio de reunión preferido. Y además dentones, besugos, los majestuosos peces de limón y vórtices de barracudas. Y todo esto en una sola inmersión!
Para quién no esté lo bastante satisfecho, desde hace unos diez años también hay restos de un barco mercante que llevaba bloques de mármol, y se encuetra encallado y roto justo al lado de la seca a 24 metros.